En los primeros siglos de la era cristiana empezaron a organizarse en Europa oriental los pueblos eslavos . La mayor parte de la población vivía en el campo, dedicada a la agricultura, la caza y la pesca.
Con el desarrollo del comercio se formaron los primeros centros urbanos que luego se convirtieron en centros políticos que extendieron su dominio sobre sus alrededores. De esta manera nacieron distintas comunidades políticas sin que se organizara un poder central.

En el siglo IX hicieron su aparición en la Europa oriental los invasores normandos. Según la tradición el jefe normando Rurik se convirtió en 862 en gobernante de Novgorod. Su sucesor Oleg conquistó en 882 la ciudad de Kiev. dando origen al primer estado eslavo oriental, la Rus de Kiev. Los normandos, mucho menos numerosos que los eslavos, acabaron por mezclarse con éstos. Tiempo después se impuso para estos pueblos el nombre de rusos.
Durante tres siglos Kiev fue la capital de una confederación de distintos Estados. Los duques de Kiev establecieron relaciones comerciales y políticas con Bizancio.. En el año 988 el duque Vladimiro se convirtió a la fe cristiana, y ordenó a todo su pueblo que se bautizara. Rusia recibió la religión y la civilización de Bizancio.
Un grupo de los mongoles, llamado la Horda de Oro, se estableció a orillas del Volga inferior y en el sur de Ucrania. Su jefe, el Kan, obligó a los príncipes rusos a pagarle tributos. Durante dos siglos la historia de Rusia quedó orientada hacia Asia. El dominio mongol dejó profundas huellas en los pueblos y en la cultura de Rusia.
En el siglo xv los príncipes de Moscú iniciaron la lucha contra el dominio arbitrario y las expoliaciones tributarias de los mongoles. Lograron extender su dominio sobre otros príncipes y ciudades de Rusia y finalmente en el siglo XVI se pone fin a la invasión con Iván IV “el Terrible”, (1462-1505) , quien comienza a unificar los territorios cercanos y se convierte en el primer Zar.