Este pueblo de audaces navegantes, hizo una importante contribución a sus contemporáneos y al mundo de hoy, su espíritu practico los llevo a idear una escritura más sencilla y rápida que la jeroglífica y la cuneiforme. Para ello perfeccionaron un sistema de signos alfabéticos, que por simplificación de jeroglíficos había comenzado a desarrollarse entre los pueblos semitas del Sinaí y de Canaán. Por consiguiente, los fenicios no fueron los inventores del alfabeto pero si quienes lo perfeccionaron y divulgaron.

Tan importante hecho, debió producirse en el siglo XI a.c. Desde ese momento se popularizo la escritura, que hasta entonces había sido un arte propio de sacerdotes y escribas, y los pueblos del cercano oriente contaron con un instrumento común para expresarse e intercambiar ideas y cultura. Las dos primeras letras se llamaban aleph y bet que significaban, respectivamente buey y casa.
Los griegos que adoptaron muy pronto la escritura fenicia las llamaron alfa y beta de donde se deriva alfabeto, el aporte griego consistió, específicamente, en agregar los símbolos vocálicos y en escribir de izquierda a derecha, como se hace actualmente.